Los ecosistemas acuáticos continentales proporcionan numerosas funciones y servicios ecosistémicos: (1) regulación del ciclo del agua; (2) recarga de acuíferos; (3) amortiguación de inundaciones y tormentas; (4) control de la erosión; (5) secuestro de carbono; (6) provisión de hábitat; y (7) servicios de aprovisionamiento relacionados con su elevada, entre otros.
Según la definición oficial de Convención de Ramsar (1971), los humedales son “áreas de tierra que están saturadas o inundadas con agua de manera permanente o estacional”. Los humedales continentales son uno de los ecosistemas con más biodiversidad del planeta debido a su capacidad de albergar y proporcionar recursos a una amplia gama de especies, tanto acuáticas como anfibias y características de ambientes terrestres. La vegetación asociada juega un papel importante en la prevención de la erosión del suelo y en la creación de hábitats para la fauna (refugios y sitios de reproducción y alimento). Además, debido al régimen de inundaciones, los humedales generan patrones estacionales en las especies, evitando que unas dominen sobre las demás en el ecosistema.
En la finca hay dos arroyos, ambos de carácter intermitente, el Arroyo de la Fuente y el Arroyo de la Pata del Caballo. El Arroyo de la Fuente es de carácter irregular y temporal, que permanece seco durante una gran parte del año. Nace en la sierra de Valdepeñas y pertenece a la cuenca del Jabalón, principal río del municipio. Existe un humedal estacional (localmente denominado nava), de carácter estepario, asociado al Arroyo de la Pata del Caballo. Este humedal representa un hábitat prioritario de conservación de la Unión Europea. Desafortunadamente, fuera de La Nava del Conejo, este segundo arroyo se ha transformado en una zanja de drenaje que dificulta la inundación. No obstante, el humedal estepario mantiene vegetación de ribera con olmos y tarayes, además de una gran junquera. La junquera es un humedal evapotranspirativo que bombea el agua del subsuelo a la atmósfera mediante la evaporación del suelo y la transpiración de la vegetación, regulando el ciclo hidrológico.
Las superficies de agua dulce continentales comprenden el 6,5% de la superficie terrestre global, pero el 40% de la vida silvestre mundial depende de estos hábitats. Los humedales continentales incluyen lagos, ciénagas, llanuras de inundación, marismas, arrozales, estanques y pantanos.
Estas son las actuaciones que se han llevado a cabo para recuperar estos frágiles ecosistemas:
Evitan la contaminación química y reducen la erosión del suelo.
La eliminación de la elevada densidad de especies arvenses ruderales facilita el establecimiento de gramíneas, leguminosas y otras hierbas características de los humedales.
Se ha revegetado, con ejemplares de Populus Alba y P. nigra, el margen izquierdo del Arroyo de la Fuente para recuperar biodiversidad y servicios ecosistémicos característicos de los bosques riparios, como son el control de la erosión, el filtrado de contaminantes, la promoción de la sucesión ecológica y la mitigación del cambio climático mediante el secuestro de carbono.
Se han construido tres charcas estacionales artificiales que “complementan” los arroyos y el humedal para aumentar la cantidad de agua disponible en el paisaje en los periodos secos críticos. Estas charcas son esenciales para toda la fauna silvestre, en particular las especies de anfibios, aves, insectos acuáticos y pequeños mamíferos.
Además de estas actuaciones principales, se ejecutan otras complementarias que favorecen la sostenibilidad hidrológica de la finca, como el cultivo en líneas clave que favorece la infiltración y disminuye las pérdidas de agua por escorrentía.
Todas estas intervenciones son posibles gracias a la colaboración con la UAH y a la participación de expertos autónomos como Juan Francisco López Rubio.